
En aquel entonces la administración local ve en las intervenciones extraordinarias para el sur de Italia, un camino de salida a esta incomoda situación. A fines de los años '50s, en el contexto de la política de los polos de desarrollo para el sur d eItalia, Taranto fue seleccionada por el Estado italiano, con un amplio consenso en la sociedad local, para ser sede del IV Establemiento Siderúrgico Italsider. Decisión adoptada en 1959, la industria fue inaugurada en 1964 y fue recibida como una clara oportunidad de alcanzar el desarrollo. Luego de la expansión de 1971, se transformó en el complejo siderúrgico más grande de Europa occidental, con una superficie de 15 km2, a pesar de que en el mundo industrializado se multiplicaban las señales del agotamiento del modelo de producción fordista.
Sin lograr desarrollar la economía y la sociedad que estaban en torno, con el paso del tiempo, los emplazamientos insdustriales fueron mantenidos, gracias a la acción directa del Estado, llegando la ciudad a registrar su máxima cantidad de población en 1981, 244.000 habitantes. Sin embargo, las señales de contaminación eran cada vez más evidentes, así como la depresión económica y la degradación de la ciudad, comenzando un proceso continuo de pérdida de población, que continúa hasta el día de hoy.
En los años sucesivos la ciudad navega entre administraciones populistas y aumentos en los niveles de contaminación, perdiendo población cada año, al mismo tiempoque reducía su elevada tasa de desempleo, que había llegado al 30%. En el 2006, sin embargo, Taranto sufre la quiebra financiera de la administración comunal y es intervenida por el Estado. La crisis financiera recibe a la ciudad en un periodo de estancamiento, en el cual trata de recuperar la normalidad administrativa. Mientras los niveles de contaminación alcanzan niveles inéditos (produce el 98% de las dioxinas de todo el país) y la desocupación llega al 25%.
Enero, 2011